REPORTAJE ESPECIAL: El tráfico de autos robados en la frontera
Miriam Ordonez
SAN LUIS, Ariz. (T3) – El tráfico de automóviles robados es uno de los delitos más comunes en la frontera entre Estados Unidos y México. Los vehículos robados en los Estados Unidos suelen ser transportados ilegalmente a México, donde a menudo desaparecen en el mercado negro. Este problema es particularmente notorio en zonas fronterizas como San Luis, Arizona.
El Departamento de Policía de San Luis ha identificado ciertos estacionamientos públicos como áreas frecuentemente utilizadas por los criminales para esconder los vehículos robados. Según el Teniente Emmanuel Botello, estos lugares son puntos de paso antes de intentar cruzar los automóviles hacia México.
Para combatir este problema, la policía utiliza herramientas tecnológicas como el sistema Flock, que escanea matrículas y alerta a las autoridades cuando se detecta un vehículo robado. Además, el Departamento de Policía de San Luis colabora con otras agencias como U.S. Customs y Border Patrol para aumentar la vigilancia y evitar que los autos robados crucen la frontera.
Entre enero y septiembre de este año, el departamento recibió 45 reportes de autos robados, de los cuales solo 18 fueron recuperados. Muchos vehículos reportados como robados en otros lugares fueron encontrados en San Luis antes de cruzar a México. La cercanía con la frontera complica las investigaciones, ya que en cuestión de minutos un auto robado puede estar del otro lado, dificultando su recuperación.
En México, el proceso para legalizar automóviles varía, incluyendo programas de regularización donde los vehículos “chocolate” (autos importados ilegalmente) pueden ser legalizados mediante el pago de una tarifa y la obtención de documentos válidos. Sin embargo, cuando se trata de autos robados, los documentos suelen ser falsificados. Si un auto robado es legalizado con éxito, puede ser conducido en México como si hubiese sido importado legalmente.
Empresas especializadas en la importación y nacionalización de vehículos, como JR Importaciones y Nacionalizaciones en San Luis, México, explican que el proceso de legalización toma alrededor de 10 días hábiles. Adán Ochoa, representante de la empresa, menciona que si durante el proceso se descubre que el auto es robado, se detiene inmediatamente el trámite. Elizabeth Velarde, otra representante, asegura que validan los títulos originales con la aduana para verificar si el vehículo tiene reporte de robo o infracciones en Estados Unidos.
El Teniente Botello señala que uno de los mayores retos es el retraso en reportar los robos. A menudo, las víctimas tardan en presentar sus denuncias, lo que da tiempo a los delincuentes para cruzar los autos a México. Si el vehículo robado cruza la frontera y no se re-registra, puede terminar en el mercado negro, donde es vendido o utilizado para partes.
La policía continúa trabajando en colaboración con autoridades de Estados Unidos y México para desmantelar estas operaciones, pero detener el tráfico de autos robados sigue siendo un desafío constante en la frontera.
