China aumenta la presión sobre Walmart y eso puede significar precios más altos para los estadounidenses
Por Nathaniel Meyersohn, CNN
Walmart pensó que podría utilizar su inmenso poder como el mayor minorista de Estados Unidos para hacer que los proveedores chinos asumieran el costo de los aranceles del presidente Donald Trump. Pero obtuvo una respuesta que no está acostumbrado a escuchar: no.
Trump impuso aranceles del 20% —impuestos sobre bienes importados— a todos los productos procedentes de China. Eso ha puesto en aprietos a minoristas como Walmart, que importa muchos productos de China y los vende al precio más bajo posible a los consumidores estadounidenses. Walmart, a su vez, ha intentado presionar a sus proveedores chinos para que bajen los precios. Pero el Gobierno chino no está de acuerdo.
La enérgica reacción del Gobierno chino revela cómo las empresas estadounidenses se ven atrapadas en medio de una guerra comercial cada vez más intensa entre Estados Unidos y China. Aunque los clientes estadounidenses quieren precios bajos, Walmart podría tener dificultades para conseguirlos si el Gobierno chino interviene, dicen los expertos en comercio. Y si una empresa incluso tan fuerte como Walmart lucha por mantener los precios bajos, significa que empresas mucho más pequeñas también van a salir perjudicadas.
Funcionarios chinos dijeron este mes que solicitaron a los ejecutivos locales de Walmart que hablaran con ellos tras un informe de que la empresa había pedido a algunos proveedores chinos, incluidos proveedores de utensilios de cocina y ropa, que bajaran los precios hasta un 10% por cada ronda de aranceles estadounidenses.
“Nuestros departamentos correspondientes se han puesto en contacto con Walmart para entender mejor la situación, y la empresa ha dado una explicación”, dijo sin dar más detalles He Yongqian, portavoz del Ministerio de Comercio, en una rueda de prensa este mes.
Un portavoz de Walmart declaró que el “propósito de la empresa es ayudar a la gente a ahorrar dinero y vivir mejor”. “Todas nuestras conversaciones con los proveedores tienen como objetivo hacer realidad nuestro propósito para millones de clientes, y seguiremos trabajando estrechamente con ellos para encontrar la mejor manera de avanzar en estos tiempos de incertidumbre”.
Walmart puede subir los precios, arriesgándose a un reproche de los consumidores estadounidenses que repercutiría en sus propios resultados, o presionar a los proveedores, arriesgándose a la ira del Gobierno chino. La reacción china también contradice la predicción del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, de que los fabricantes chinos aguantarán los aranceles y los precios para los consumidores de EE.UU. “no subirán”, dicen expertos en comercio.
“Lo que esto indica es que el Gobierno chino está diciendo: ‘No vamos a pagar por este arancel. Lo pagarán los consumidores estadounidenses’”, afirma Thomas Hoenig, miembro del Mercatus Center de la Universidad George Mason y expresidente del Banco de la Reserva Federal de Kansas City.
Los aranceles llegan en un momento difícil para los consumidores estadounidenses y el sector minorista, y podrían aumentar la presión.
Los compradores están reduciendo los viajes en avión, los grandes proyectos de renovación del hogar, la ropa y las meriendas. El gasto en los comercios minoristas estadounidenses el mes pasado también fue mucho menor de lo esperado, en una preocupante señal de presión sobre los compradores. Las ventas minoristas aumentaron un 0,2%, en febrero, con respecto al mes anterior, según informó el lunes el Departamento de Comercio.
Las débiles cifras de gasto de los consumidores aumentan la preocupación por la desaceleración de la economía estadounidense y su posible entrada en recesión.
Walmart lleva mucho tiempo utilizando su tamaño y poder de negociación para bajar los precios a los consumidores.
Pero la estrategia de Walmart de mantener los precios bajos obligando a los proveedores chinos a hacer concesiones es vulnerable frente a cualquier resistencia del Gobierno chino. Los analistas estiman que la empresa se abastece en un 20% en China.
“Es una declaración nacional, no de un proveedor. China está potencialmente diciendo basta”, dijo Joseph Jurken, fundador de ABC Group, una consultora que ayuda a las empresas a gestionar las cadenas de suministro en Asia. “Trump ha estado diciendo que es un arancel a China. China puede haber trazado una línea en la arena”.
Y no solo está en juego el negocio de Walmart en Estados Unidos.
Walmart también tiene una fuerte presencia minorista en China, incluida su cadena de almacenes Sam’s Club. El año pasado, las ventas de Walmart en China aumentaron un 16%, hasta US$ 17.000 millones.
El negocio de la empresa en China podría verse perjudicado si el Gobierno chino sigue ejerciendo presión, dicen los expertos.
Aun así, Walmart está en mejor posición para manejar los aranceles que la mayoría de las empresas, dijo Michael Baker, analista de la firma financiera DA Davidson. Eso se debe a que dos tercios de lo que Walmart vende se fabrica en Estados Unidos.
Y para las importaciones, Walmart tiene una amplia base de proveedores en más de 70 países, por lo que la empresa no depende solo de China.
Aunque Trump ha impuesto aranceles a Canadá, México y los países europeos, esto afectará menos a Walmart que los aranceles a China, dijo Baker. Walmart importa menos productos de estos países y es menos probable que sus Gobiernos presionen directamente a Walmart que a China.
“El Gobierno chino tiene más influencia sobre los proveedores”, dijo Baker. “Las empresas están menos controladas por el Gobierno” en Canadá, México y la Unión Europea.
La respuesta del Gobierno chino a Walmart es la última forma de presión contra Estados Unidos y las empresas estadounidenses.
China ha anunciado una nueva ronda de aranceles de represalia contra Estados Unidos, que abarcan las importaciones agrícolas estadounidenses y que entraron en vigor la semana pasada.
Y el mes pasado, el Gobierno chino anunció un amplio paquete de medidas económicas dirigidas a Estados Unidos. La Administración Estatal de Regulación del Mercado de China dijo que iba a iniciar una investigación sobre Google por presunta violación de sus leyes antimonopolio. La empresa, cuyo motor de búsqueda no está disponible en China, realiza operaciones mínimas en el país.
El Ministerio de Finanzas chino también incluyó a PVH, empresa matriz de las marcas de ropa Calvin Klein y Tommy Hilfiger, en su “lista de entidades no fiables”, esencialmente una lista negra de empresas. La empresa estadounidense de biotecnología Illumina también fue incluida en la lista negra.
PVH criticó la decisión y afirmó que colaboraría con las autoridades chinas para resolver la situación.
Según los expertos, la inclusión de PVH en la lista de “entidades no fiables” podría impedirle hacer negocios en China o acarrearle multas u otras sanciones.
John Liu y Juliana Liu, de CNN, contribuyeron a este artículo.
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