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Peleas con mandatarios regionales y acercamiento a EE.UU. e Israel, ¿hacia dónde va la diplomacia de Milei?

Ángela Reyes Haczek

(CNN Español) — Bastó con un adelanto de una entrevista de CNN con el presidente de Argentina, Javier Milei, que se emitirá este domingo, para que sus dichos explosivos crearan un conflicto diplomático con Colombia, que aún resta saber cómo terminará de dirimirse, y un fuerte cruce con México, que llevó a la canciller mexicana, Alicia Bárcena, a publicar en redes sociales que, luego de hablar con su par de Argentina, Diana Mondino, afirmaron la relación bilateral de “cooperación y mutuo respeto”. Casi una ironía, pero que evitó que el problema escalara.

Durante la entrevista, al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Milei lo tildó de “ignorante”, pero, según admitió el mexicano en su respuesta pública por X, porque éste lo había llamado “facho conservador”. Los cruces entre ambos no son una novedad: AMLO, que supo tener una relación cordial con el expresidente Alberto Fernández, en más de una oportunidad criticó las posturas del actual mandatario argentino. Incluso lo comparó con dictadores, pero sus cruces no escalaron, al menos por el momento.

Con su par colombiano, las cosas sí fueron más allá. En la misma entrevista, Milei volvió a hacer referencia al pasado guerrillero de Gustavo Petro: “Mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”.

Anteriormente la embajada de Colombia había expresado su repudio a este tipo de declaraciones, pero este miércoles el Gobierno de Petro ordenó la expulsión de todo el cuerpo diplomático de Argentina en su país.

“Las expresiones del presidente argentino han deteriorado la confianza de nuestra nación, además de ofender la dignidad del presidente Petro, quien fue elegido de manera democrática”, dijo el Gobierno de Colombia en un comunicado.

“La decisión de cada país y los dichos de cada presidente son propias. No hay que confundir la nación con el presidente. No es un tema que afecte las relaciones a largo plazo”, sostuvo la canciller Mondino este jueves en una entrevista televisiva, y remarcó que “de ninguna manera se han roto relaciones con Colombia”. No es la primera vez que la ministra trata de poner paños fríos a los dichos del presidente, que ese mismo día recordaba por redes sociales que Petro lo había comparado con Adolf Hitler durante la campaña electoral del año pasado.

La relación con el vecindario

Al kirchnerismo siempre le gustó hablar de la “patria grande” y promovió los organismos regionales como el Mercosur, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El expresidente Mauricio Macri, más cercano ideológicamente a este gobierno, resalta como uno de sus grandes logros haber avanzado en el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Pero Javier Milei en su reciente entrevista con CNN directamente atacó a varios líderes regionales con los que no concuerda ideológicamente.

“Nuestro alineamiento de geopolítica es Estados Unidos e Israel”, sostenía el por entonces candidato Javier Milei en su campaña presidencial. “Nosotros no nos vamos a alinear con comunistas”, desafiaba, fiel a su estilo. Ahora, ya como presidente, lo está llevando a cabo al cambiar el eje de la política internacional de Argentina de los últimos 40 años de democracia. El país siempre privilegió la integración regional, sobre todo con Brasil, afianzar la relación comercial con China y mantener relaciones más o menos cordiales, según el gobierno de turno, con Estados Unidos. Y él sigue con la misma diatriba ideológica.

En la entrevista con CNN, Milei también da cuenta del deteriorado vínculo bilateral con los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, a los que considera dictaduras. Tampoco hay mayor vínculo con Chile y Bolivia, gobernados por fuerzas de centroizquierda que supieron tener buena sintonía con su antecesor Fernández, pero cuyos presidentes, al igual que el argentino, no han ahondado en las diferencias evidentes que tienen.

Por el momento, Milei tiene buena sintonía con los gobiernos de Perú y Ecuador, con los que no hay relaciones tan fluidas, y ha tenido algún acercamiento con el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, que estuvo presente en su asunción. El que destaca es Paraguay, simbolizado con la visita de Santiago Peña a la Casa Rosada hace pocos días.

La gran incógnita es qué pasará con Brasil, principal socio comercial y estratégico de Argentina. Milei tiene una cercanía manifiesta con Jair Bolsonaro y su hijo, que lo apoyaron en su campaña y hasta viajaron a Buenos Aires para su asunción. Todo lo contrario que ha pasado con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con quien hasta ahora no se ha encontrado.

En general, los presidentes argentinos suelen elegir Brasil como primer destino, pero en sus poco más de 100 días de gobierno los viajes internacionales de Milei han sido pocos y ninguno dentro de Latinoamérica.

Su primer viaje como presidente fue al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde alertó que “Occidente está en peligro” porque “aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y en consecuencia a la pobreza”.

Luego viajó a Roma donde se encontró con el papa Francisco, a quien había denostado públicamente antes de ser presidente. Pero esa vez todo fueron sonrisas. Luego, se reunió con otra líder de derecha, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, antes de partir hacia Israel.

El papa Francisco, junto al presidente de Argentina, Javier Milei.

El apoyo a Israel

En la misma entrevista con CNN, Milei sostuvo que “Israel no está cometiendo ni un solo exceso”. Esto, a pesar de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU solicitando el alto el fuego inmediato, la llegada de ayuda humanitaria a Gaza y la liberación incondicional de todos los rehenes que tiene Hamas en su poder, medida que logró aprobarse esta semana porque Estados Unidos, por primera vez, no la vetó.

Los dichos de Milei van en línea con lo que había expresado en su visita a Israel en febrero, cuando manifestó su apoyo a la “legítima defensa” del país y se refirió a Hamas como “una expresión del nazismo en el siglo XXI”. Además, reiteró sus intenciones de colocar al grupo islamista dentro de la lista de agrupaciones reconocidas como terroristas y de mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, algo que solo han hecho cinco países del mundo: Honduras, Guatemala, Kosovo, Papua Nueva Guinea y Estados Unidos, que trasladó su sede diplomática en 2017, bajo el mandato del expresidente Donald Trump.

Milei tiene una estrecha relación con el judaísmo. Participa de la mayoría de los actos de la comunidad, como el encendido de velas de Jánuca, el Día de la Memoria de las Víctimas del Holocausto o el aniversario del atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires de 1992. Además, luego de ser electo viajó a Estados Unidos, donde visitó la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, conocido como el “Rebe de Lubavitch”, en la ciudad de Nueva York. También en su asunción, hubo una ceremonia interreligiosa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, y le entregó un candelabro judío a su par de Ucrania, Volodymyr Zelensky, quien viajó a Buenos Aires especialmente para la ocasión.

“El viaje a Israel es parte de su diplomacia ideológica”, dijo a CNN el analista político Marcos Novaro en ocasión de ese viaje. “En Davos lo hizo con su discurso doctrinario y ahora porque, así como asumen muchos otros sectores de derecha, las guerras en Israel y Ucrania representan la vanguardia de Occidente”.

Javier Milei en el Muro de los Lamentos, el 6 de febrero de 2024. (Crédito: RONALDO SCHEMIDT/AFP via Getty Images)

China y Estados Unidos

Desde hace años, los principales socios comerciales de Argentina son, en orden de importancia: Brasil, socio además en el Mercosur; China, que a su vez es el primer mercado de exportación de sus productos agrícolas, y Estados Unidos.

Contra los dos primeros ha lanzado ataques verbales y hasta llegó a comparar al Gobierno chino con un “asesino” y ha proclamado que el pueblo chino “no es libre”. Sin embargo, no hubo ruptura de lazos comerciales con ninguno y con Xi Jinping hasta hubo intercambio de cartas.

Sin embargo, mientras el peronista Fernández había conseguido en agosto incluir a Argentina en los BRICS, el nuevo presidente libertario dio marcha atrás aduciendo que “en esta instancia” no se consideraba “oportuno la incorporación de la República Argentina” al grupo que integran China, Rusia, India, Sudáfrica y Brasil, a pesar de que esos cinco países representan más del 42% de la población global, el 30% del territorio mundial, el 23% del PIB y el 18% del comercio mundial, según información oficial de Cancillería de Argentina.

Con Estados Unidos, la situación es diametralmente distinta. Apenas fue electo viajó a Washington para entrevistarse con funcionarios de la Administración Biden en la Casa Blanca, aunque públicamente ha demostrado más simpatía por el expresidente Donald Trump, quien lo felicitó por su triunfo.

Donald Trump y Javier Milei durante la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) el 24 de febrero de 2024. (Cortesía presidencia de Argentina)

Ya como presidente, Milei recibió en Buenos Aires al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pero a la noche de ese mismo día, partió hacia Washington para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), una reunión anual que se realiza desde hace décadas y que actualmente es la cumbre más importante de la extrema derecha en el mundo donde, notablemente emocionado, finalmente pudo conocer a Trump.

Durante la rueda de prensa en Argentina, un periodista le preguntó a Blinken si no había “ningún malestar de la Casa Blanca en torno a que el presidente viaje a Washington, quizás, para verse con quien va a ser justamente rival de Joe Biden”, a lo que el secretario de Estado contestó: “No me dedico a la política, me dedico a las políticas y a la política exterior en este caso, y puedo decir que nos ha complacido la reunión con el presidente y todo el equipo y estamos más convencidos de que existe un fuerte deseo por parte del Gobierno de Argentina y el de Estados Unidos de fortalecer y profundizar nuestra asociación”.

Después de esa reunión, Milei compartió en su cuenta de X una nota de Infobae que hacía referencia a un artículo de The National Review que se titulaba “La Argentina de Milei está con Estados Unidos” y sostenía que “el enfoque del mandatario argentino está muy lejos del ascenso de líderes de izquierda antiestadounidenses en toda Sudamérica y su liderazgo constituye una oportunidad que no debería desaprovecharse”.

Más allá de demócratas o republicanos, la sintonía de Milei con Estados Unidos es tal que hasta trata de copiar sus costumbres. En Argentina, se estila que el primer mensaje de los presidentes sea dentro del Congreso, frente a los legisladores. El libertario eligió hablarle a sus seguidores afuera, con el palacio legislativo detrás suyo, tal como hacen los presidentes estadounidenses. También inauguró el año legislativo con reminiscencias a Estados Unidos: lo hizo a la noche, como se hace el discurso del Estado de la Unión y no al mediodía, como se estila en Argentina, y desde un atril, tal como lo hacen los presidentes estadounidenses.

Mira este domingo a las 9 p.m., hora de Miami (10 p.m. de Buenos Aires), la entrevista completa con Milei en Oppenheimer Presenta, por CNN en Español. Puedes ver lo más destacado de la entrevista en el canal de YouTube de CNN en Español.

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