España bate récord de turistas con 94 millones de visitantes internacionales en 2024
Por Pau Mosquera, CNN en Español
Nunca antes España había recibido tantos turistas como en 2024. En total, cerca de 94 millones de visitantes internacionales llegaron al país a lo largo de los últimos 12 meses, según los datos presentados este miércoles por el Ministerio de Industria y Turismo y que corresponden a las previsiones de cierre de año elaboradas por el Instituto de Turismo de España (Turespaña).
Esta cifra supone un considerable 10% más que los visitantes que llegaron en 2023 (cerca de 85 millones), y sitúa a España a las puertas del primer puesto de los destinos más visitados de todo el mundo. Un lugar que, históricamente, ha ocupado Francia, país que recibió 100 millones de visitantes internacionales en 2023, según datos de la agencia de las Naciones Unidas para el Turismo (ONU Turismo).
Aunque sigue ostentando el segundo lugar, España podría alcanzar la cima en 2040. Así lo señala un estudio presentado en junio de 2024 por Deloitte y Google, que estima que el país ibérico llegaría a atraer 110 millones de turistas para ese año.
Independientemente de lo que ocurra, las cifras oficiales de 2024 arrojan un auge importante para el sector, que a espera de obtener los datos definitivos se estima una caja de US$ 130.347 millones gracias al gasto de estos visitantes.
Estos datos, celebrados por muchos hoteleros y otras empresas vinculadas al turismo, contrastan con las protestas que han tenido lugar en diferentes lugares de España para exponer la cara más amarga del auge de visitantes.
En Barcelona, miles de personas recorrieron el centro de la ciudad a inicios de julio para mostrar su hartazgo por el turismo de masas. Algunos, avanzaban a grito de “tourists, go home” (“turistas, vuelvan a casa”) e incluso rociaban con pistolas de agua a comensales que se encontraban en terrazas situadas en el icónico paseo de La Rambla.
Un clamor que tuvo eco en fechas diferentes en lugares como Palma de Mallorca, las Islas Canarias, Baleares o Málaga.
Entre los reclamos de estos miles de manifestantes se contaba la proliferación de los pisos turísticos y de temporada, un tipo de uso de la vivienda que, según crece, contribuye a encarecer el precio de la compra y alquiler de pisos en zonas que de por sí están tensionadas por una alta demanda de inmuebles.
Por esta razón, muchos de los que tomaron las calles en diferentes puntos de España solicitan un desarrollo sostenible del turismo, que reduzca su impacto negativo sobre la ciudad, pero también sobre el medioambiente, dado que según crece el número de turistas, también es mayor el uso de recursos como el agua o el deterioro de los espacios naturales.
Unas quejas que han empezado a provocar los primeros cambios. Entre otros, el Ayuntamiento de Barcelona anunció el pasado mes de junio que no renovará las licencias de vivienda de uso turístico a partir de 2028. Eso significa que los más de diez mil apartamentos turísticos que se concentran en la ciudad deberán regresar al mercado de alquiler o de compra de la ciudad.
Una idea que no ha gustado demasiado a los propietarios de este tipo de alojamiento. Desde la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona han reclamado más de US$ 4.425 millones como compensación para cerca de 7.200 pisos afectados por esta medida y que se han quejado al respecto.
Por su parte, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha señalado en diversas ocasiones que desde el Gobierno trabajan para diversificar la oferta turística, desconcentrar destinos y desestacionalizar los períodos de mayor concentración para dar respuesta a los reclamos de los manifestantes.
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