Vendedor de fruta narra sobre su trabajo bajo el ardiente sol del Valle
El fin de semana feriado por el día del trabajo es una fecha que muchos toman para descansar y relajarse con su familia.
Sin embargo, otros no tienen otra opción que trabajar afuera bajo el fuerte sol del Valle de Coachella.
Bajo un cielo sin nubes, una sombrilla colorada es lo único que protege a Antonio de los rayos ardientes del sol.
“Hay que luchar por el pan de cada día”, dijo Antonio.
Para el mediodía, Antonio ya tiene los vasos llenos con fruta.
“Tengo mango, sandía, piña, limón y coco, traemos de todo”, agregó Antonio.
En este día del trabajo, Antonio se levantó a las 2 de la mañana para poder llegar a su esquina.
“Cuando mucha gente no trabaja, aprovechamos para que vendamos un poco”, dijo Antonio.
Paulatinamente, uno que otro cliente, se detiene para comprarle un agua de coco.
“Es bastante, bastante el calor que en esta semanita nos tocó” agrego Antonio
Una peligrosa ola de calor este fin de semana feriado azotó el Valle de Coachella con temperaturas superando los tres dígitos.
El extremo calor no fue suficiente para detener a Antonio de salir a trabajar este lunes.
“Algunos dirán que estamos por gusto, pero es por por necesidad”, dijo Antonio.
Antonio trabaja solo y con temperaturas rompiendo récords, toma sus medidas para evitar un golpe de calor.
“Hay que tomar mucha agua para no deshidratarse”, dijo Antonio.
Antonio usualmente se queda hasta que baje el sol para vender la fruta para poder recuperarse de sus bajas ventas que han sido afectadas por el COVID-19.
“De aquí sacamos todo, sacamos para toda la familia, para la renta," dijo Antonio.
Mañana, el fuerte sol una vez más lo saludara.
Recuerde, si alguien en su familia llega a sufrir de un golpe de calor, dele de beber agua fresca sin cafeína y refrésquelos con una toalla fría y llame al 911.