Dueños de salones de belleza enfrentan el cierre de sus negocios con dolor
Mientras los restaurantes pueden continuar vendiendo comida para llevar, algunos dueños de las estéticas dicen tener su espíritu quebrado con la orden limitada de quedarse en casa.
A finales de noviembre, Estella gozaba de una agenda llena de clientes en su pequeña peluquería en Bermuda Dunes.
“Estaba ocupado, las muchachas ocupadas”, compartió Estella.
Pero el lunes pasado, ella tuvo que volver a cancelar todas sus citas debido a la orden limitada del estado que les exige que este tipo de negocio cierre sus puertas.
“Necesitamos trabajar para poder atender a la familia”, dijo Estella.
Estella ha tenido que cerrar su negocio más de una vez este año. En marzo, el gobernador Gavin Newsome ordenó el cierre a este sector económico para lentificar la propagación del coronavirus. Después de reabrir por varias semanas en mayo, una vez más fueron ordenados a cerrar o mudar sus operaciones al aire libre.
Finalmente en agosto, con medidas higiénicas, Estella volvió a abrir su estética.
“Mascarillas todo el tiempo, todo el tiempo lavándose las manos, tener el salon desinfectado, limpio todo el tiempo”, comentó Estella sobre las medidas que su negocio estaba tomando para evitar nuevos contagios.
Los negocios de belleza son considerados un negocio de alto riesgo en la difusión del coronavirus por la cercanía con el cliente. Para Estella, los cierres la han afectado seriamente económicamente.
“Pago cómo $3,000 dólares con todas las facturas y la renta, de donde voy agarra todo ese dinero estando”, dijo Estela.
Las restricciones también la han desgastado emocionalmente.
“Las facturas me cayeron ahora son muchas, no tengo trabajadores, no tengo gente para pagar mis cuentas”, dijo Estella.
Lo más doloroso para ella, tener que descansar a sus empleadas unas semanas de la navidad.
“Me da mucha tristeza que hay niños que no van a garrar un regalito”, dijo Estella.
Mientras limpia su salón durante este cierre, lo único que le viene a la mente son las deudas que se acumulan
“Temo que tenga que cerrar completamente el negocio, porque tres semanas es mucho” concluyó Estella.
La orden de resguardo limitada se termina el 21 de diciembre, pero podría extenderse si es necesario por el gobernador.
