Las búsquedas en Twitter sobre las protestas en China llevan a spam y pornografía, lo que enciende las alarma entre los investigadores

Alexandra Ferguson

(CNN Business) —  Las búsquedas en Twitter sobre las protestas extensas en China relacionadas al covid-19 están llevando a una avalancha de spam, pornografía y sinsentidos que, según algunos investigadores de la desinformación, parecen a primera vista un intento deliberado del gobierno de China o de sus aliados por sofocar las imágenes de las manifestaciones.

Desde finales de la semana pasada y hasta este lunes, las búsquedas en chino de los principales focos de protesta, como Beijing, Shanghái, Nanjing y Guangzhou, produjeron un flujo incesante de solicitudes, imágenes de mujeres con poca ropa en poses sugerentes y fragmentos de palabras y frases aparentemente aleatorias. Muchos de los tuits que CNN revisó este lunes procedían de cuentas creadas hace meses, que prácticamente no siguen a otras cuentas ni tienen seguidores propios.

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El aumento de sospechas sobre el comportamiento falso ocurre después de un incendio mortal en la provincia china de Xinjiang, donde al menos 10 personas fallecieron en medio de las restricciones y confinamientos por covid-19 que, según se informa, les impidieron a los socorristas llegar al incendio. El fuego, y la frustración largamente latente por las políticas de “cero covid-19” del país, contribuyeron a impulsar las inusuales protestas en China.

“Está ocurriendo no solo en torno a Xinjiang, sino en torno a cualquier tema sensible de China en este momento”, dijo Charlie Smith, cofundador de GreatFire.org, un grupo de activismo digital con sede en China. “Busca en cualquier ciudad que haya registrado un aumento de los casos de covid-19, o que haya tenido protestas en la calle el fin de semana, y verás lo mismo”.

La aparente campaña de supresión por parte de presuntas cuentas bot representa una de las primeras grandes pruebas de desinformación para Twitter desde que Elon Musk compró la plataforma. El multimillonario se ha comprometido personalmente a librar una guerra contra los bots y los spammers, pero también ha recortado más de la mitad de la plantilla de Twitter, lo que ha suscitado preocupación sobre la capacidad de la compañía para combatir a los malos actores en Estados Unidos y en el extranjero.

Los legisladores estadounidenses han expresado su alarma por la supuesta vulnerabilidad de Twitter a la explotación extranjera. Además, los vínculos de Musk con China a través de otra de sus empresas, el fabricante de vehículos eléctricos Tesla, han suscitado dudas sobre su voluntad de enfrentarse al gobierno de China.

Twitter, que ha recortado una parte importante de su equipo de relaciones públicas, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

GreatFire.org, que ayuda a los ciudadanos chinos a eludir la censura de Internet del país, observó un torrente de tuits de spam de “citas” que aparecieron el viernes etiquetados con “Urumqi”, la capital de Xinjiang. La avalancha de tuits de spam todavía está en curso, dijo Smith a CNN el lunes.

La pornografía y los sitios relacionados con el sexo fueron de los primeros en ser censurados por China cuando comenzó su ofensiva en Internet hace años, añadió Smith, lo que hace menos probable que los tuits de spam que anuncian servicios sexuales sean obra de individuos al azar.

Twitter está oficialmente bloqueado en China, pero las estimaciones sobre el número de usuarios de Twitter en China oscilan entre 3 y 10 millones.

El domingo por la noche, Alex Stamos, director del Observatorio de Internet de Stanford e investigador de desinformación, elevó las conclusiones de un investigador independiente que, según Stamos, “apuntan a que se trata de un ataque intencionado para arrojar basura informativa y reducir la visibilidad externa de las protestas en China”.

El autodenominado “análisis rápido y sucio” del otro investigador sobre las búsquedas centradas en la ubicación sugirió un “aumento significativo” de los tuits recientes que contienen anuncios de acompañantes, pornografía y juegos de azar.

Stamos, que anteriormente trabajó como jefe de seguridad de Facebook, tuiteó posteriormente que la aparente campaña de desinformación le había convencido de que debía considerar seriamente la posibilidad de dejar Twitter.

“Nos estamos acercando rápidamente al punto en el que cualquier debate político estará dominado por equipos de influencia organizados y los temas más ligeros, por el spam”, dijo.

Musk ha rechazado las sugerencias de que su propiedad de Tesla, que cuenta con grandes inversiones en China, pueda dar al gobierno chino “influencia” sobre Twitter. En junio, antes de completar su compra de la empresa de redes sociales, Musk dijo a Bloomberg News que “hasta donde yo sé”, China no intenta interferir en la libertad de expresión de la prensa estadounidense.

Pero desde hace años, las empresas de redes sociales, incluida Twitter, han señalado ejemplos reales y múltiples de operaciones de influencia extranjera en las redes. Los recientes despidos y dimisiones en Twitter, que han afectado directamente a los equipos que responden a las campañas de influencia chinas, según declaró un antiguo empleado al diario The Washington Post, han reducido aún más la capacidad de la empresa para hacer frente a esos retos.

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Tampoco está claro hasta qué punto China puede tener visibilidad en el servicio y los sistemas internos de Twitter. A principios de este año, el antiguo jefe de seguridad de Twitter dijo al gobierno de EE.UU en una revelación de información que la empresa es extraordinariamente vulnerable a la explotación extranjera. El testimonio del denunciante afirmaba que el FBI había advertido a la empresa este año de que al menos un agente que trabajaba para el gobierno chino estaba en la nómina de Twitter.

La afirmación alarmó a los legisladores estadounidenses. La semana pasada, el senador Chuck Grassley, el principal republicano del Comité Judicial del Senado, escribió a Musk pidiéndole que revisara la seguridad de Twitter en busca de amenazas internas y que informara al personal del Congreso sobre el asunto.

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