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La carrera entre EE.UU. y China por conquistar el espacio: estas son las próximas misiones y sus objetivos

Por Uriel Blanco, CNN en Español

La carrera espacial entre Estados Unidos y China es un hecho, y la podemos ver tanto en palabras como en acciones.

En abril del año pasado, Bill Nelson, el jefe de la NASA, dijo a legisladores estadounidenses que ambos países estaban “en efecto… en una carrera [espacial]”.

La carrera por la conquista del espacio se centra, sobre todo, en la exploración de la Luna, que es vista como un punto clave para viajes futuros a otros planetas, ya que, al haber rastros de agua en el satélite natural de la Tierra, se puede conseguir combustible para los cohetes de las misiones.

“Mi preocupación es que ellos [lleguen al polo sur lunar] primero y, luego, digan: ‘Esta es nuestra zona, ustedes quédense fuera’. El polo sur de la Luna es una parte importante… Creemos que allí hay agua y, si hay agua, entonces hay combustible para cohetes”, dijo Nelson a los legisladores.

Las palabras de Nelson se produjeron mientras China se preparaba para lanzar su misión lunar Chang’E-6, lo cual hizo con éxito a inicios de mayo de 2024. Esta misión llegó a la Luna el 1 de junio y recolectó por primera vez muestras del lado oculto del satélite natural terrestre, las cuales trajo a la Tierra a finales de ese mes.

Ante la preocupación estadounidense, China ha tratado de disipar las dudas sobre sus ambiciones espaciales, al reiterar su postura de que la exploración espacial debe “beneficiar a toda la humanidad” y reclutar activamente países socios para uno de sus objetivos más ambiciosos: una estación internacional de investigación en la Luna hacia 2040.

La Luna, por tanto, tiene un interés muy particular. Sin embargo, no son lo únicos intereses en la carrera espacial entre EE.UU. y China.

También hay misiones que los enfrentan alrededor de Marte, Saturno, Júpiter e incluso la órbita terrestre (donde se vislumbra una carrera de internet satelital frente a SpaceX, compañía del estadounidense Elon Musk, que actualmente domina la industria aeroespacial privada).

Estas son algunas de las misiones más llamativas en la carrera espacial entre las dos principales economías del mundo.

Gateway (no antes de 2027)

Así como China busca establecer una estación de investigación en la Luna hacia 2040, la NASA buscar lanzar la primera estación espacial a la órbita lunar próximamente (hasta ahora, no antes de 2027).

Gateway es esencial en las perspectivas a futuro de la agencia estadounidense, ya que será una base que “permitirá nuevas oportunidades para la ciencia y la preparación para las misiones humanas a Marte”, dice la NASA.

Es una misión que se une al conocido y amplio programa Artemis, que busca regresar a estadounidenses a la Luna y que recientemente sufrió retrasos. Es importante señalar que los retrasos son habituales en la industria aeroespacial.

“La pequeña estación espacial será un puesto polivalente de apoyo a las misiones en la superficie lunar, a la investigación científica en la órbita lunar y a la exploración humana más allá en el cosmos. La NASA colabora con socios comerciales e internacionales para construir el Gateway de la humanidad”, menciona la agencia espacial.

Artemis II (lanzamiento previsto para abril de 2026)

El programa Artemis es el más ambicioso de la NASA en materia espacial, al menos en el corto y mediano plazo, ya que busca llevar astronautas estadounidenses a la Luna por primera vez en más de 50 años.

La misión Artemis II es uno de los pasos para poder lograr el nuevo alunizaje. Se trata de una misión de reconocimiento para llevar astronautas alrededor de la Luna a bordo de la cápsula Orion. La misión predecesora, Artemis I, también realizó un viaje alrededor de la Luna en la cápsula Orion, pero sin tripulación; dicha misión culminó en diciembre de 2022 y la NASA la calificó como un éxito (aunque con matices que fueron dados a conocer posteriormente).

La misión tripulada Artemis II acaba de retrasarse: originalmente estaba planeada para despegar en septiembre de este año, pero ahora se pasó a “no antes de abril de 2026”.

Artemis III (mediados de 2027)

Artemis III es la misión que busca alcanzar el hito crucial de que seres humanos alunicen de nueva cuenta, por primera vez, desde el final del programa Apolo, en 1972.

Así como su predecesora, Artemis III también sufrió un retraso en diciembre: pasó de un alunizaje previsto para 2026 a un alunizaje para mediados de 2027.

El retraso en ambos casos, según la NASA, está vinculado en parte a problemas con la cápsula Orion, que albergará a los astronautas durante ambas misiones lunares.

La NASA reveló anteriormente que el escudo térmico de la nave, que impide que Orion se queme cuando el vehículo reingresa en la atmósfera terrestre, se calcinó y erosionó de forma inesperada durante la misión Artemis I sin tripulación.

Recordemos: el programa Artemis se basa, principalmente, en el lanzamiento desde el cohete Space Launch System (SLS) y la nave Orion, que es donde estará la tripulación.

SpaceX tendrá un papel importante en Artemis III: una vez que el SLS despegue y la nave Orion llegue a la órbita lunar, la tripulación pasará al sistema de aterrizaje humano Starship de la compañía de Musk, la cual llevará a los astronautas cerca del polo sur lunar. Luego de terminar sus actividades, la tripulación regresará en Starship a Orion, que estará esperando en la órbita de la Luna.

Artemis IV (2028)

La misión Artemis IV es la continuación de este ambicioso programa y tiene como fecha 2028, aunque los retrasos podrían cambiar eso.

Según la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés) de EE.UU., el éxito de la fecha en 2028 depende de la misión Artemis III, pues hasta que despegue esa misión se pueden iniciar “muchos trabajos” de Artemis IV.

Pero Artemis IV también depende del éxito de la Gateway, ya que su tripulación trabajará en esa estación de investigación en la órbita lunar.

“Los astronautas de Artemis IV vivirán y trabajarán en la primera estación espacial lunar de la humanidad, Gateway”, indica la NASA.

La misión Artemis IV incluirá “una compleja secuencia de lanzamientos múltiples y acoplamientos de naves espaciales en la órbita lunar, y supondrá el debut de la versión más grande y potente del cohete SLS y del nuevo lanzador móvil de la NASA”, agrega la agencia espacial.

DAVINCI (inicios de la década de 2030) y VERITAS (no antes de 2031)

DAVINCI, que se planea lanzar tentativamente a principios de la década de 2030, es una misión que utilizará tanto sobrevuelos como una sonda de descenso para estudiar Venus desde sus nubes hasta la superficie del planeta.

Las siglas de DAVINCI son por “Deep Atmosphere Venus Investigation of Noble gases, Chemistry, and Imaging”.

Se dedicará a analizar la atmósfera de Venus para determinar cómo se formó y evolucionó. La iniciativa también investigaría la posibilidad de la existencia de un océano en el pasado de Venus.

En tanto, VERITAS es una misión orbital hermana de DAVINCI, que se unirá al estudio detallado de Venus y está planeada para despegar no antes de 2031.

VERITAS son las siglas de “Venus Emissivity, Radio Science, InSAR, Topography, and Spectroscopy”. Esta misión trazará un mapa de la superficie del planeta rocoso con el fin de aclarar por qué es tan diferente de la Tierra. Nuestro mundo es a menudo llamado el gemelo de Venus porque los planetas son similares en tamaño, pero las comparaciones modernas se quedan ahí.

Asimismo, VERITAS también puede aportar información sobre la historia geológica de Venus. El orbitador, equipado con un radar, podría crear una topografía en 3D, lo que permitiría a los científicos determinar la actividad volcánica de Venus a través de los procesos de las placas tectónicas. La nave espacial también podría estudiar las emisiones infrarrojas procedentes de la superficie del planeta.

Ambas misiones llevarán consigo demostraciones tecnológicas, como el ‘Deep Space Atomic Clock-2’ para permitir las maniobras autónomas de la nave espacial en VERITAS, así como el ‘Compact Ultraviolet to Visible Imaging Spectrometer’, que estará en DAVINCI, para medir la luz ultravioleta en la atmósfera venusina.

Dragonfly (no antes de 2028)

Se trata de una misión para explorar con un helicóptero espacial la región ecuatorial de la luna Titán de Saturno.

Dragonfly, dirigida por el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins en colaboración con la NASA, podría lanzarse en 2028 y llegar a Titán en la década de 2030.

Se espera que en la década posterior Dragonfly investigue las llanuras de material orgánico en la región ecuatorial de Titán, en lugar de sus cuerpos líquidos.

El módulo de aterrizaje de la nave espaicial de ala giratoria tomará muestras de materiales en la superficie de Titán, estudiará la habitabilidad potencial de sus entornos únicos y determinará qué procesos químicos están teniendo lugar en esa luna.

Astronautas en la Luna (2030)

La Administración Nacional Espacial de China (CNSA) ha llevado a cabo en los últimos años una serie de misiones lunares robóticas cada vez más complejas, incluido el primer traslado de muestras lunares desde el lado oculto de la Luna con la misión Chang’e-6.

Los objetivos de China, sin embargo, apuntan más lejos respecto al satélite natural de la Tierra.

Así como EE.UU. busca regresar a la Luna hacia 2027, China tiene planeado ser el segundo país del mundo en alunizar astronautas en 2030.

En septiembre del año pasado, la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA) presentó el traje que se espera que usen los astronautas chinos que vayan a la Luna.

El nuevo traje rojo y blanco está hecho para resistir las temperaturas extremas de la Luna, así como la radiación y el polvo, al tiempo que permite a los astronautas flexibilidad física para realizar tareas en la superficie lunar, según medios estatales chinos.

A inicios de 2024, funcionarios chinos dieron a conocer el nombre de la nave espacial para la misión lunar tripulada: la nave espacial se denominó Mengzhou, o Nave de los Sueños, y el módulo de aterrizaje es Lanyue, o Abrazando la Luna. Asimismo, la misión despegará en el cohete portador de carga superpesada llamado Long March 10.

La nave Mengzhou se compone de un módulo de reentrada, que albergará a los astronautas y servirá de centro de control, y un módulo de servicio para los sistemas de energía y propulsión. El vehículo medirá casi 9 metros de largo y pesará 22 toneladas métricas, según medios estatales.

El módulo de aterrizaje lunar Lanyue albergará a dos astronautas y un vehículo de 200 kilogramos, según los informes.

Los nombres de la nave y e módulo fueron elegidos por un grupo de expertos entre casi 2.000 propuestas solicitadas al público, según la CNSA.

La palabra “Lanyue” apareció por primera vez en un poema escrito por el fundador de la República Popular China, Mao Zedong, en 1965, y “simboliza la aspiración y confianza del pueblo chino en su exploración del universo y expedición a la Luna”, dijo la agencia.

El nombre de “Mengzhou” está vinculado al “sueño de la nación china de alunizar”, añadió.

Base lunar (2040)

El “sueño eterno” de Xi Jinping es que China se convierta en una potencia espacial. Construir la primera estación internacional en suelo lunar es uno de los desarrollos con el que buscan hacerlo realidad.

Para 2040, China planea establecer una estación de investigación en el polo sur de la Luna, un punto estratégico debido a los rastros de agua que se hallan en el satélite natural de la Tierra.

El proyecto lleva por nombre Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS, por sus siglas en inglés).

Bian Zhigang, subdirector de la CNSA, dijo en junio del año pasado que China trabajará con homólogos internacionales para construir conjuntamente esta estación de investigación.

Mientras que China activamente busca socios para esta base lunar —sobre todo para el grupo de ingeniería—, Rusia, a través de la agencia espacial Roscosmos, es parte importante del proyecto, pues figura en la estructura del mismo como encargada del grupo científico, entre otros rubros.

Lo anterior es con el objetivo de “compartir los logros científicos y tecnológicos de la exploración lunar”, agregó Zhigang, según medios estatales chinos.

Tianwen-3 (alrededor de 2028)

Es una misión que realizará dos lanzamientos para llevar a cabo la recolección de muestras en Marte y traerlas a la Tierra hacia 2031.

En septiembre del año pasado, China se salió de lo habitual con sus planes para esta misión, ya que, en vez de retraso, estimó que los lanzamientos de Tianwen-3 se lleven a cabo en 2028, dos años antes de lo anunciado previamente (aunque en realidad el tiempo de puesta en marcha ha cambiado en los últimos años).

La noticia de que China aceleró sus planes para traer muestras desde Marte a la Tierra llegó en medio de incertidumbre en el programa de traslado de muestras de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).

Ambas agencias occidentales están evaluando planes más rápidos y asequibles para permitir un resultado más rápido que el que hubiera traído las muestras —recogidas por el rover Perseverance— en 2040, mucho después que el tiempo previsto por China.

La NASA informó el 7 de enero de 2025 que estudiarán dos nuevas opciones de aterrizaje para el traslado de las muestras, y que el programa y su diseño serán confirmados hasta mediados de 2026.

Por tanto, el traslado de muestras de NASA/ESA sigue en el limbo, mientras China, que se convirtió en el tercer país en aterrizar en Marte con la sonda Tianwen-1 y el rover Zhurong en 2021, parece avanzar más rápido.

Tianwen-4 (hacia 2030)

En octubre de 2024, China presentó su programa espacial de mediano y largo plazo (de 2024 a 2050), que contiene misiones y otros desarrollos.

Entre estas misiones, hay una específica para Júpiter, el planeta más grande de nuestro sistema solar.

Con la sonda Tianwen-4, China planea explorar el sistema joviano para estudiar la historia evolutiva de Júpiter y sus lunas, y desentrañar los misterios del entorno espacial y la estructura interna de este planeta, dijo Yang Xiaoyu, director del Departamento de Ingeniería de Sistemas de la CNSA.

Previamente Zhigang, el subdirector de la CNSA, dijo que se prevé lanzar la sonda Tianwen-4 hacia 2030.

Estados Unidos también tiene la mirada en Júpiter. En octubre, mismo mes de la presentación del programa espacial chino, la NASA lanzó la nave espacial Europa Clipper, que está diseñada para explorar la luna Europa del gigante gaseoso. Dicha misión despegó desde un cohete Falcon Heavy de SpaceX.

Se espera que Europa Clipper viaje 2.900 millones de kilómetros y que llegue a Júpiter en abril de 2030, año en el que se planea el despegue del Tianwen-4.

Qianfan, constelación de satélites para internet (2024-2030)

En agosto de 2024, China dio un gran paso en su intento de rivalizar con Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, al lanzar el primer grupo de lo que espera sea una constelación de 14.000 satélites con cobertura de internet de banda ancha desde el espacio.

Dieciocho satélites fueron lanzados a la órbita baja terrestre en el lanzamiento inaugural de la constelación Qianfan, o Spacesail (“Vela Espacial”, en español), que cuenta con el respaldo del Gobierno de China, informaron medios de comunicación estatales.

La constelación, que los medios de comunicación nacionales consideran la respuesta de China a Starlink, pretende unirse a SpaceX y a un puñado de proyectos espaciales a gran escala de proveedores de varios países que ofrecen servicios de internet de banda ancha por satélite.

Qianfan es una de las tres megaconstelaciones que China planea lanzar a la órbita terrestre baja (a casi 2.000 km sobre el planeta) en los próximos años. Las llamadas megaconstelaciones se refieren a redes de cientos o miles de satélites en órbita.

Está previsto que esta constelación crezca hasta más de 600 satélites a finales de 2025, con planes para llegar a más de 14.000 satélites que proporcionen internet de banda ancha en todo el mundo en 2030, según la cadena estatal CCTV.

Esa cifra sería “suficiente para dar cobertura a la mayoría de los centros de población humana”, dijo a CCTV Zhu Xiaochen, subdirector del proyecto.

Actualmente, la carrera del internet satelital lo domina Starlink, que tiene más de 6.000 satélites en órbita y planea expandirlos hasta 42.000. Se espera ampliamente que este servicio siga siendo el actor dominante en los próximos años, dada su ventaja inicial y sus capacidades de lanzamiento avanzadas.

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Con información de Simone McCarthy, Ashley Strickland, Jackie Wattles y Kristin Fisher, de CNN.

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