Los tamales navideños llenarán los hogares del valle de Coachella con tradición y sabor
La navidad para muchos hispanos no sería completa sin uno de los platos principales de estas fechas, los tamales.
A unos días del gran día, familias del valle de Coachella se preparan para el ritual de hacer tamales.
El aroma que sueltan las vaporeras repletas de tamales hoy llenan a cientos de hogares del valle de Coachella con el espíritu navideño.
“Yo creo que el tamal tiene que estar en casa cada navidad”, dijo Claudia Ibarra.
La guerrita de oro como le dicen por cariño a Claudia Ibarra dice que hoy empezó el largo y duro proceso de elaborar más de 100 tamales para recibir la navidad.
“Y pues lo comparto con mis amigas, con mi gente”, dijo Ibarra.
Ibarra mantiene la receta viva que aprendió en Mexicali de su abuela y su mama.
Ella espera que su tradición perdure en su familia y sus hijas continúen cocinando con los sabores que han marcado su cocina por generaciones.
“Yo lo que aprendí fue hacer un tamal muy rico, un tamal con mucha carne con sus verduras”, dijo Ibarra.
Cada vez que hace tamales vienen a su memoria los momentos felices de su infancia.
“Aquí va la carne, la aceituna, va el chile, y pues el chile california como le quieran llamar”
Cocinar Tamales es un arte, las familias que visitamos hoy nos dicen que el elemento principal es el amor y la dedicación.
“Luego, empezamos a reírnos, acordarnos de memorias, a decir te acuerdas como estábamos el año pasado”, dijo Maria de Jesus Avila de Carlos quien cada año hace tamales rojos de puerco, de pollo en chile verde, y de queso con rajas.
Pero como un regalo de navidad, ella dice que son más que un platillo envuelto en hojas de maíz.
“Es mantener las familias, mantener las tradiciones, y es mantener el espíritu de terminar un año más”, dijo Ávila de Carlos.
La alegría del remojo de las hojas de maíz, la mezcla de la masa, y la preparación del chile y la carne se volverá a sentir por primera vez en su casa desde el inicio de la pandemia.
“Nomas nos reunimos de allá afuera yo les dejaba las bolsas de tamal y nos intercambios los regalos”, dijo Ávila de Carlos.
Los ingredientes del tamal no se han salvado de la inflación. Estas familias opinan que sería un poco más económico comprarlos hechos, pero no se puede comparar con los que crecieron comiendo.
“Poder disfrutar de ese sazón con que uno viene trayendo tradiciones atrás”, dijo Ibarra.
Cuando todo está dicho y hecho, familias como estas crearán nuevas memorias gracias al exquisito platillo. “Cuando empiezan a estar, es inconfundible, no hay nada mejor que comerte un rico tamal calientito recién hecho”, dijo Ávila de Carlos.
