La ultraderecha de Alemania está obsesionada con Trump y Musk
Por Sebastian Shukla, CNN
“Tienen que tomar una decisión. ¿Quieren al partido de (el canciller) Olaf Scholz y todos esos eunucos? ¿O están de nuestro lado, con Elon Musk y Donald Trump? ¿Cuál de los dos lados es más sexy?”
Estas fueron las palabras de Maximilian Krah, un político ultraderechista de Alternativa para Alemania (AfD) altamente controvertido y franco, al hablar con CNN en Halle, en el este de Alemania, el mes pasado. Sus comentarios se produjeron en el lanzamiento de la campaña electoral de la AfD frente a 4.000 seguidores.
Minutos después, Musk hizo una aparición sorpresa en un video transmitido en el centro de conferencias del evento. Hubo muchos elogios para Trump y su nuevo gobierno por parte de los altos funcionarios del partido.
La AfD ha estado en la cima de las encuestas y podría terminar en segundo lugar en las elecciones que se celebrarán a finales de este mes.
Parte de la retórica en Halle plantea el interrogante: ¿está la AfD fascinada con Trump? Y si es así, ¿por qué? El tráfico ha sido en gran medida unidireccional: al margen de Musk, el nuevo presidente de Estados Unidos no ha hablado sobre las elecciones ni sobre el partido, que parece decidido a forjar una alianza.
Y tal vez por una buena razón. Tanto Estados Unidos como Alemania comparten problemas similares de migración masiva y vientos económicos en contra. Y ambos partidos han culpado de esos problemas a la clase gobernante de partidos “liberales”, según sus palabras.
La líder del partido, Alice Weidel, habló con CNN al bajar del escenario en Halle, y envió buenos deseos para la nueva administración en Washington. “Le deseo a (Elon Musk), Donald Trump y J.D. Vance las mejores bendiciones para su próximo mandato”, dijo.
Tino Chrupalla, el colíder de la AfD que asistió al mitin de Capital One en Washington el día de la toma de posesión, también habló en términos elogiosos sobre el presidente de EE.UU.
En el momento en que se dirigió a la multitud antes de Weidel, dijo: “Se sentía el optimismo y la esperanza que hay en el presidente. El pueblo estadounidense se sintió liberado”. Y agregó: “Él (Trump) cumplió sus promesas electorales, eso es lo que yo llamo política para el pueblo”.
Matthais Quent es un investigador y autor de libros sobre extremismo, en particular sobre la AfD y la extrema derecha de Alemania. Dice que la atención de Musk es algo nuevo para el partido, y que lo están aprovechando para su beneficio.
El partido ha aprovechado la oportunidad para normalizarse, utilizando la administración de Trump como su vara. “Ver que la mayor potencia del mundo tiene un liderazgo de extrema derecha, les indica que ellos también pueden lograrlo”, dijo Quent en una entrevista con CNN.
No todos los observadores estarían de acuerdo con la evaluación de el Gobierno de Trump, pero ciertamente hay una superposición considerable tanto en la política como en la estrategia.
“Es nacionalismo, es populismo, es antiinmigración, es disrupción”, dice Quent.
En toda Europa ha habido una ola de partidos de extrema derecha que han llegado al poder con plataformas mayoritariamente populistas. Viktor Orban, el primer ministro de Hungría, es un partidario de Trump desde hace mucho tiempo y recibió con agrado su regreso a la Casa Blanca.
Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, quien también sobrevivió a un intento de asesinato el año pasado, ha dicho abiertamente que sus políticas están muy alineadas con las de Trump.
En cuanto a la alianza Musk-AfD, Quent cree que ellos se sienten halagados por su interés y están aprovechando la oportunidad.
“La AfD nunca ha tenido un apoyo tan abierto de todo un gobierno, o de un tipo cercano al gobierno. Tenían el apoyo de gente muy rica en Europa y de Alemania, pero era oculto y no público… él los ayuda a ser vistos como un partido político normal, que es la narrativa de todos los movimientos populistas de extrema derecha en el mundo”, dijo Quent.
En el acto de campaña en Halle, Musk repitió un cliché que ha utilizado varias veces en estas elecciones, al decir que la AfD es la “mejor esperanza” para Alemania, antes de añadir: “Es bueno estar orgulloso de la cultura alemana, de los valores alemanes, y no perder eso en una especie de multiculturalismo que lo diluye todo”.
Musk estuvo en medio de una controversia esta semana, cuando se celebraron las conmemoraciones del 80º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
El multimillonario dijo que hay “demasiado enfoque en la culpa por el pasado, y tenemos que ir más allá de eso”.
Los comentarios de Musk reflejaron la posición sostenida desde hace tiempo por la AfD de que Alemania debería dejar de expiar los crímenes cometidos por los nazis en el pasado.
Los comentarios irritaron a Scholz, que calificó las palabras de Musk de “repugnantes”.
Sin embargo, Quent afirma que aún no está claro en qué medida la presencia de Musk se está traduciendo en apoyo en las encuestas. Él cree que el ascenso de la AfD puede atribuirse más acertadamente a la debilidad del gobierno y a cómo los debates sociales se están centrando en los temas candentes de la AfD, como la inmigración.
Actualmente, con un 21% de apoyo en las encuestas, la AfD sería la segunda fuerza política más grande de Alemania y el primer partido de extrema derecha en esa posición desde la era nazi.
Pero la realidad es que es probable que queden fuera del gobierno. Hace tiempo que existe un acuerdo entre los partidos más importantes de Alemania para negarse a formar un gobierno o aprobar leyes con la ayuda de la AfD, conocido como el “cortafuegos”.
Sin embargo, los debates sobre una legislación más estricta en materia de inmigración celebrados esta semana en el Bundestag y, en particular, una votación el viernes llamada “ley de limitación de la afluencia” han sido encabezados por el favorito para canciller, Friedrich Merz de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), con no demasiado éxito.
Las medidas muestran el tipo de impacto que está teniendo la AfD en la campaña y en los principales partidos. Merz perdió la votación el viernes, lo que la gente ve como una victoria para la AfD y un golpe a su propia campaña.
Independientemente de cómo los votantes alemanes puedan ver la participación de EE.UU., dice Quent, “en general, (el liderazgo de la AfD) está a favor de Trump, y sienten que ahora tienen un impulso”.
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