La nueva estrella emergente de la propaganda política: Elon Musk, el jefe de los recortes de gastos de Trump
Por Fredreka Schouten, CNN
Elon Musk está emergiendo como una nueva estrella en los anuncios de los demócratas y las campañas de recaudación de fondos, ya que políticos desde Virginia a Wisconsin tratan de aprovechar el papel del multimillonario de la tecnología en la reducción del gobierno federal para motivar a sus votantes y donantes.
Un importante grupo externo demócrata acaba de lanzar anuncios en más de dos decenas de elecciones a la Cámara de Representantes en los que trata de presentar a los republicanos en el cargo como dispuestos a recortar el gasto en sanidad para niños y ancianos en beneficio de multimillonarios como Musk. Los anuncios de House Majority Forward muestran imágenes de Musk blandiendo la motosierra que sostuvo en alto el mes pasado durante la Conferencia Anual de Acción Política Conservadora, en la que celebró la aplicación de fuertes recortes de gastos a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
El CEO de Tesla también tiene un papel protagonista en una campaña publicitaria digital del Grupo Demócrata de la Cámara de Representantes de Virginia que busca ampliar la estrecha mayoría del partido en la Cámara de Delegados estatal. Y aparece en nuevos anuncios que respaldan al candidato progresista que se presenta a un puesto judicial vacante en Wisconsin, en unas elecciones que podrían cambiar el equilibrio ideológico de la Corte Suprema del estado.
El bombardeo publicitario pone a prueba si Musk, a quien Forbes considera la persona más rica del mundo, será un lastre político para los republicanos, ya que sigue desempeñando un papel destacado en la reducción de la plantilla federal y en el cierre de partes del Gobierno.
“Es un señor del costal muy conveniente”, afirma Lynda Tran, estratega demócrata y exfuncionaria de la administración Biden. “Es él quien acapara la mayoría de los titulares. Se quiera o no, su nombre está en boca de todos porque acapara gran parte del oxígeno de la sala”.
Sondeos recientes sugieren que Musk es un mensajero impopular de las medidas de recorte de gastos de la Administración, sobre todo entre los votantes demócratas que el partido necesita en las elecciones de fin de año en lugares como Virginia. Este año, en la Commonwealth están en juego el puesto de gobernador y las elecciones legislativas, y los cargos electos están lidiando con las consecuencias de los recortes impulsados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la considerable plantilla federal del estado.
El 50% de los encuestados en un sondeo nacional de Marist/NPR/PBS realizado a finales de febrero tenía una opinión desfavorable de Musk, frente al 39% que tenía una opinión favorable.
Otra encuesta de la Universidad Quinnipiac reveló que, en general, el 55% de los votantes cree que Musk tiene demasiado poder en la toma de decisiones que afectan a Estados Unidos.
La encuesta también reveló una marcada división partidista: entre los demócratas, el 96% dice que Musk tiene demasiado poder; sólo el 16% de los republicanos piensa lo mismo.
Algunos estadounidenses ven al CEO tecnológico “como la cara de alguien que despidió a su tío o trasladó la fábrica de su primo al extranjero”, dijo Jesse Ferguson, estratega demócrata. “Musk es ahora la imagen de los multimillonarios increíblemente ricos que tienen un papel importante en la administración Trump”.
Musk no respondió a una consulta de CNN. El martes, durante su discurso conjunto ante el Congreso, Trump agradeció públicamente a Musk, que tenía un asiento privilegiado en la tribuna, su trabajo para identificar y acabar con el “despilfarro atroz”. Algunos legisladores demócratas protestaron durante el discurso de Trump, entre ellos el representante por Texas, Al Green, que fue censurado por la Cámara esta semana por sus acciones.
“Como millones de estadounidenses presenciaron el martes por la noche, el Partido Demócrata está groseramente desalineado con el pueblo estadounidense y es fundamentalmente poco serio”, dijo Harrison Fields, un portavoz de la Casa Blanca, en un correo electrónico en respuesta a una consulta de CNN sobre los anuncios anti-Musk. “Encuesta tras encuesta muestra que la misión del DOGE cuenta con un amplio apoyo, y los demócratas necesitan un baño de realidad”.
Pero en una señal de la creciente reacción por los profundos recortes y el papel de alto perfil de Musk en ellos, Trump impuso esta semana nuevos límites a la autoridad de Musk, diciendo a los miembros del Gabinete que están a cargo de los cambios de personal en las agencias que dirigen. El presidente también pidió más precisión en el recorte de gastos federales en el futuro, diciendo que el gobierno usaría un “bisturí” en lugar de un “hacha”.
En Wisconsin, Musk —que gastó casi US$ 300 millones para elegir a Trump y a los republicanos en las elecciones federales del año pasado— está a punto de desempeñar un papel destacado en la carrera para cubrir un único escaño vacante en la Corte Suprema estatal de siete miembros.
El comité de acción política de Musk, America PAC, ha gastado US$ 3,2 millones hasta el jueves por la tarde para ayudar al candidato conservador en la carrera, Brad Schimel, y golpear a la contendiente progresista, Susan Crawford, según muestran los registros estatales. Otro grupo que Musk ha apoyado financieramente en el pasado, Building America’s Future, ha gastado otros US$ 2 millones en publicidad y correos en la contienda.
Las elecciones del 1 de abril, en las que se espera batir el récord nacional de gasto para una elección judicial, determinarán si los progresistas conservan su mayoría de 4-3 en el tribunal. Una victoria de Schimel inclinaría a los conservadores a favor de la Corte en este eterno estado de tendencia electoral incierta.
La Corte decidirá si una ley del siglo XIX, que prohíbe la mayoría de los abortos, puede ser aplicada y podría pesar en una serie de otras cuestiones, incluyendo si se debe revocar una ley de 2011 que puso fin a la mayoría de los derechos de negociación colectiva para los empleados del sector público de Wisconsin y un desafío legal presentado por la compañía de vehículos eléctricos Tesla de Musk a una ley que prohíbe a los fabricantes de automóviles poseer concesionarios en el estado.
Grupos que apoyan a Crawford han empezado a contraatacar con sus propios anuncios en los que aparece Musk. El Partido Demócrata de Wisconsin ha lanzado una campaña de siete cifras que incluye anuncios, ayuntamientos y un sitio web People v. Musk (El pueblo contra Musk).
Otro grupo que apoya a Crawford, A Better Wisconsin Together Political Fund, está difundiendo anuncios en los que acusa a Musk de “provocar el caos” en Washington y de intentar “comprar” el puesto en el tribunal de Wisconsin.
Por su parte, la campaña de Crawford ha publicado anuncios en Facebook que tratan de utilizar el gasto de Musk en la carrera para aumentar las donaciones. Un anuncio pide dinero para ayudar a Crawford a “contraatacar, rápido” contra las inversiones del multimillonario.
El portavoz de la campaña de Crawford, Derrick Honeyman, dijo que los donantes han dado un paso adelante. En una sola semana, la campaña recibió más de 36.000 donaciones individuales de base, superando las 30.000 contribuciones individuales que Crawford había recibido entre el lanzamiento de su campaña el pasado junio y principios de febrero.
Crawford también cuenta con el apoyo de multimillonarios en su carrera. El financiero George Soros y el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, figuran entre los donantes recientes del Partido Demócrata de Wisconsin, que ha transferido dinero a la campaña de Crawford.
“Los intentos de Susan Crawford y de los demócratas de distraer a la gente de Wisconsin de sus opiniones extremas y de los multimillonarios radicales que la financian son una burla de hipocresía”, dijo el portavoz de la campaña de Schimel, Jacob Fischer, en un correo electrónico a CNN.
En Virginia, mientras tanto, los demócratas esperan que su publicidad centrada en Musk influya en los votantes cuando los residentes empiecen a sentir el impacto de sus esfuerzos por reducir la plantilla federal.
Musk “está cortando con una motosierra sus vidas y sus medios de subsistencia, y décadas de servicio público en muchos casos”, dijo el delegado estatal Dan Helmer, que preside los esfuerzos de campaña de la bancada demócrata de la Cámara de Representantes de Virginia y representa a un suburbio de la capital del país.
El año pasado, Virginia acogió a más de 144.000 trabajadores civiles federales, según un recuento del Servicio de Investigación del Congreso.
Los demócratas, que actualmente controlan 51 escaños en la Cámara de Delegados del estado, frente a los 49 de los republicanos, intentan vincular a Musk con los republicanos que tienen en juego el cargo. Los objetivos de los demócratas incluyen 12 legisladores estatales republicanos, ocho de los cuales sirven en distritos en los que Kamala Harris, la candidata presidencial demócrata para 2024, se impuso el año pasado, dijo Helmer.
Harris ganó el estado en general, pero Trump mejoró en 2024 su desempeño en 2020 y 2016.
Hacer hincapié en Musk “es una forma de comunicarse con las personas que apoyaron a Trump, pero que están inquietas por los recortes (federales)”, dijo Kyle Kondik, el editor gerente del boletín político Crystal Ball de Sabato en el Centro de Política de la Universidad de Virginia.
Pero una campaña centrada en Musk puede tener desventajas para los demócratas.
“El riesgo de perseguir a Musk en política es que tiene una cuenta bancaria ilimitada”, dijo un estratega que trabaja con demócratas. “¿Ir tras él aumenta su incentivo para poner más dinero?”.
A principios de esta semana, House Majority Forward —la rama sin ánimo de lucro del principal comité independiente de campaña que trabaja para elegir a los demócratas a la Cámara en las elecciones de mitad de periodo del próximo año— comenzó a emitir anuncios que acusan a los republicanos de no cumplir las promesas de campaña de reducir los precios de los productos básicos y de planear recortes en el gasto sanitario para beneficiar a ricos como Musk.
Los anuncios tratan de vincular a los legisladores con Musk y una reciente votación de los republicanos de la Cámara de Representantes para impulsar la agenda del presidente —incluida la ampliación de los recortes de impuestos del primer mandato de Trump— a través de un proceso presupuestario.
El plan de gastos del Partido Republicano en la Cámara de Representantes pretende ahorrar US$ 880.000 millones en sanidad y energía a lo largo de una década. Aunque los expertos en política sanitaria dicen que un objetivo lógico para el ahorro sería Medicaid, líderes republicanos y Trump insisten en que no apoyan recortes directos a los beneficios de Medicaid y que encontrarían ahorros abordando el despilfarro, el fraude y el abuso.
Más de 1 de cada 5 estadounidenses tiene seguro médico a través del programa federal.
Los nuevos anuncios demócratas acusan a los republicanos de planear expulsar a los individuos de Medicaid para dar a los ricos exenciones fiscales. El Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC), el brazo de campaña de los republicanos de la Cámara de Representantes, argumenta que eso tergiversa los amplios beneficios de las propuestas fiscales de Trump.
“El Partido Demócrata está río arriba sin un remo: no tienen mensaje, ni agenda, ni apoyo”, dijo el portavoz del NRCC, Mike Marinella, en un comunicado sobre los últimos anuncios de los demócratas. “Ahora están ejecutando el mismo libro de jugadas de recurrir al alarmismo descarado y mentiras descaradas porque están tratando de ocultar el hecho de que acaban de votar para aumentar los impuestos a los estadounidenses que trabajan duro”.
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David Wright, de CNN, colaboró en este reportaje.