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El canciller Olaf Scholz perdió el voto de confianza en Alemania. Esto es lo que sigue

Por Sebastian Shukla, Nadine Schmidt y Claudia Otto, CNN

Alemania, la mayor economía de Europa y normalmente un pilar de estabilidad, se enfrentará a unas elecciones anticipadas el próximo año después de que el canciller del país, Olaf Scholz, perdiera una votación de confianza.

Su gobierno colapsó en noviembre por una disputa presupuestaria, pero su coalición llevaba meses tambaleándose.

Scholz perdió la votación, que él mismo convocó como un paso para asegurar unas elecciones nacionales anticipadas, con 394 papeletas en su contra, 207 a su favor y 116 abstenciones.

Con la fecha de las elecciones fijada para el 23 de febrero de 2025, esto es lo que está en juego.

Habrá siete grandes partidos por los que votarán los alemanes. Cuatro de ellos ya anunciaron oficialmente sus Kanzlerkandidaten (candidatos a canciller).

Los dos partidos dominantes de la política alemana, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), conocidos extraoficialmente como la Unión, forman una agrupación. Los socialdemócratas, o SPD, forman otra.

Dado el sistema alemán de representación proporcional, el gobierno tiende a formarse en coalición, normalmente encabezada por la CDU/CSU o el SPD.

El ganador busca un socio para formar mayoría. Desde 2021, el SPD de Scholz gobernó en una incómoda coalición con el liberal Partido de los Demócratas Libres (FDP) y el Partido Verde. En los 16 años anteriores a la coalición tripartita de Scholz, la CDU, encabezada por Angela Merkel, contó tanto con el SPD como con el FDP como socios en diferentes gobiernos.

En esta ocasión, la CDU/CSU estará dirigida por Friedrich Merz, y el SPD por Scholz, canciller en funciones pero profundamente impopular.

El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) vio cómo sus buenos resultados en las elecciones regionales le daban un impulso nacional. Alice Weidel, colíder del partido, es su candidata a la Cancillería. Es conocida por su discurso ingenioso y sus políticas populistas, sobre todo en materia de inmigración. Es una ferviente defensora de la conservación de los valores tradicionales alemanes, y es famosa por su frase “¡que nadie toque mi schnitzel!”, una referencia al popular plato.

También hay que tener en cuenta al Partido Verde. Es poco probable que reúna suficientes votos para ser el partido más grande, pero podría desempeñar un papel importante en la formación del próximo gobierno. Los verdes estarán liderados por Robert Habeck, actual ministro de Economía de la nación.

Los otros tres grandes partidos serán los Demócratas Libres; el BSW, un grupo socialista de izquierdas que lleva el nombre de su líder, Sahra Wagenknecht; y por último Die Linke, un partido político de izquierdas. Los tres aún no anunciaron oficialmente a sus candidatos.

Salvo un giro inesperado en las encuestas, Merz, de la CDU/CSU, tiene muchas probabilidades de ser el nuevo canciller de Alemania.

Los sondeos nacionales sitúan actualmente a la CDU/CSU muy por delante de los demás, con un 32% de apoyo de los encuestados. La AfD se sitúa en segundo lugar con un 18%, el SPD en tercero con un 16% y el Partido Verde con un 14%.

Merz no es un recién llegado a la política alemana, pero esta es su segunda etapa como político.

Entre 1989 y 1994, Merz fue diputado del Parlamento Europeo (MEP) por Alemania. Posteriormente fue miembro del Bundestag (Parlamento alemán) donde representó a la CDU hasta 2009. Después dejó la política para trabajar como abogado de empresa, donde formó parte de numerosos consejos de supervisión, incluido el del gigante de la inversión BlackRock.

Merz representa en el Bundestag a la circunscripción de Hochsauerlandkreis, la región en la que nació, y actualmente vive en Brilon, su ciudad natal. También tiene fama de ser millonario y posee licencia de piloto privado.

Merz hizo dos intentos fallidos de convertirse en líder de la CDU en 2018 y 2020. En 2021 regresó como diputado al Bundestag, por primera vez en 12 años, y posteriormente consiguió el nombramiento como jefe de la CDU, asumiendo oficialmente el cargo en septiembre de 2022.

Es conocido por haber dado un giro a la CDU hacia la derecha, con una postura más dura en materia de inmigración y una fuerte mentalidad económica. Durante su campaña para convertirse en líder del partido, defendió no ser un heredero del estilo de Merkel, a diferencia de sus contrincantes, marcando así el fin de las políticas centristas de la CDU durante su etapa como canciller.

Leonie von Randow, reportera política de la cadena alemana WELT TV que cubrirá la campaña electoral, dijo a CNN que Merz “sabe un par de cosas sobre economía, y eso es algo que obviamente preocupa a mucha gente. Mucha gente espera que pueda hacer avanzar las cosas”.

Merz es un firme partidario de apoyar a Ucrania en su lucha contra la invasión a gran escala de Rusia. Ha sido un firme partidario de suministrar a Ucrania misiles Taurus de fabricación alemana, armas que podrían utilizarse para atacar objetivos rusos mucho más allá de las líneas del frente ucraniano. Scholz, por el contrario, se ha negado sistemáticamente a suministrarlos a Kyiv.

Merz viajó por sorpresa a la capital ucraniana anteriormente este mes, donde instó a las naciones europeas a formar una “visión común” para la paz en Ucrania, especialmente ante la inminente llegada a la Casa Blanca del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

La economía va a desempeñar un papel central en las elecciones, sobre todo teniendo en cuenta sus flojos resultados bajo el mandato de Scholz.

En los últimos días, el Banco Central alemán revisó a la baja las previsiones de crecimiento en un 0,2%, afirmando que “la economía alemana se estancará en el semestre de invierno de 2024-25 y solo empezará a recuperarse lentamente a lo largo de 2025”.

En relación con el debate sobre la economía, se prestará especial atención a la reactivación de la importante industria automovilística del país. El Banco Central dijo que los problemas de la industria son “estructurales” y, por tanto, están agravando el lastre de la economía.

Grandes empresas como Volkswagen, uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, se enfrentan a importantes despidos y cierres de fábricas.

Los argumentos sobre la inmigración también serán cruciales en estas elecciones, en especial porque los partidos buscan arrebatar votos a una AfD en auge, que lo convirtió en uno de sus temas centrales.

“Las elecciones llegan probablemente en un momento muy bueno para la AfD… Es un momento en el que mucha gente está en general muy descontenta con el Gobierno, así que quieren demostrar su descontento votando a un partido extremista”, dijo von Randow a CNN.

En los últimos meses, Scholz volvió a introducir controles en las fronteras con las naciones europeas vecinas, una medida que muchos vieron como un intento de ganarse el favor de los votantes que podrían estar volviéndose hacia el partido populista AfD.

La caída del régimen de Assad en Siria también influirá en el debate nacional. Alemania acogió a más inmigrantes sirios que cualquier otra nación europea durante su guerra civil. Ya comenzó la campaña en torno a cómo manejaría cada partido a los inmigrantes.

Es muy difícil prever un resultado en el que la CDU/CSU y Friedrich Merz no salgan victoriosos.

Su ventaja parece consolidada e indiscutible, pero la principal incógnita gira en torno a la formación de un gobierno estable. Es poco probable que la CDU/CSU consiga la mayoría absoluta de los 630 escaños en juego. Eso significa que tendrán que formar una coalición con uno (o más) de los otros partidos. La pregunta es ¿con quién?

Si la AfD obtuviera los resultados que sugieren las encuestas, supondría un cambio radical en la política alemana. Desde su formación en 2013, el partido nunca ha obtenido más de 94 escaños. Fue el quinto partido más grande en 2021 y el tercero en 2017.

Mientras que la AfD se ve a sí misma como potencial impulsora de líderes, la CDU/CSU puede no estar dispuesta a darles una voz tan prominente en la gestión del país.

Queda el SPD, con el que ya trabajaron anteriormente, sobre todo en la era Merkel. O podrían mirar más a la izquierda, hacia el Partido Verde, pero eso también podría suponer un choque de principios y políticas, dada su naturaleza más izquierdista.

En cualquier caso, es probable que las elecciones federales dejen al SPD y a Scholz profundamente humillados, y que entren en un periodo de autorreflexión. “Probablemente sea el final de su carrera política”, dijo von Randow a CNN.

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Benjamin Brown, de CNN, contribuyó a este artículo.

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