“Mucho, mucho miedo”: el temor a las deportaciones reduce la asistencia a las escuelas en EE.UU.
Por Rocío Muñoz-Ledo y Gonzalo Alvarado, CNN en Español
La implementación de los planes de deportación masiva de Donald Trump ha impactado en las aulas de algunas ciudades de Estados Unidos, donde estudiantes de familias inmigrantes han dejado de asistir a la escuela por temor a que ellos o sus padres queden atrapados en una redada que termine por separarlos.
“Cuando llego espero encontrar a todos los estudiantes felices y listos para estudiar. Pero realmente lo que estoy encontrando es a estudiantes con miedo o estudiantes que no están llegando porque tienen miedo de la separación familiar”, dice Lupe Carrasco, una maestra en el condado de Los Ángeles, a CNN.
El miedo que experimentan sus estudiantes se ha intensificado desde hace unas semanas cuando el Gobierno de Trump anunció que ahora los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) pueden realizar arrestos cerca de lugares como escuelas, iglesias y hospitales, poniendo fin a una política de larga data que les impedía operar en los llamados “lugares sensibles”.
“Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar arrestos”, dijo el secretario interino de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, en un comunicado a mediados de enero. “La administración Trump no atará las manos de nuestra valiente fuerza del orden y, en cambio, confía en que usen el sentido común”.
Aunque hasta el momento no ha habido informes confirmados de agentes de ICE dentro de escuelas en Estados Unidos, maestros en ciudades como Los Ángeles, Nueva York o Chicago han notado que la amenaza de las deportaciones parece haber contribuido a una disminución en la asistencia a clases en algunas comunidades.
Carrasco asegura que en la escuela del condado de Los Ángeles donde ella trabaja entre 8% y 10% de los alumnos “no están llegando desde enero”. Dice que la idea de que los agentes de inmigración puedan entrar a la escuela les causa miedo y ansiedad.
“Se sienten con ansiedad. Muchos están hablando con las consejeras, las consejeras de la escuela son ángeles porque están ayudando mucho a los estudiantes y solamente con saber cómo hablar con ellos, porque cuando llegan a veces están con mucho, mucho miedo”.
En California, donde Carrasco lleva más de 20 años dando clases, hay 133.000 niños indocumentados de entre 3 y 17 años matriculados en escuelas públicas, según el Instituto de Políticas Migratorias. Y 750.000 estudiantes de K-12 en el estado tienen un padre indocumentado.
ICE y la Casa Blanca han compartido múltiples fotos y videos en redes sociales donde muestran sus esfuerzos para cumplir con la promesa de Trump de deportar a millones de indocumentados, que incluyen redadas más agresivas.
En medio de la incertidumbre que enfrentan, sus estudiantes le preguntan a Carrasco qué opciones tienen para regularizar su estatus.
“Me llegan durante el lunch, antes de la escuela, después de la escuela, para preguntar cómo pueden aplicar para DACA o para arreglar su situación. Y me da mucha, mucha pena porque están muy nerviosos”, asegura.
Las autoridades educativas en varias ciudades de Estados Unidos se esfuerzan por proporcionar información a maestros y padres sobre el tipo de orden que los agentes de ICE deben tener para acceder, sobre los derechos que tienen los niños a la educación, independientemente de su estatus migratorio, y sobre qué hacer y decir en caso de un encuentro.
Después de que el Gobierno de Trump terminara con la política que evitaba operaciones de ICE cerca de las escuelas, el fiscal general de California, Rob Bonta, dijo que protegerían a maestros y estudiantes.
“Las escuelas de California son y seguirán siendo un lugar acogedor, inclusivo y seguro para todos, independientemente de su orientación sexual, identidad de género o estatus migratorio”, dijo Bonta. “El Gobierno federal no dicta lo que enseñamos, ni escribe nuestros planes de estudio. Eso lo hacemos aquí en California”, agregó.
En ese sentido, Carrasco asegura que las escuelas en Los Ángeles se dedican a garantizar que la información de sus estudiantes esté protegida.
“Yo sé que en las escuelas aquí en Los Ángeles los estudiantes están seguros y yo sé eso porque como maestros, como escuela, nosotros tenemos responsabilidad de cuidar su información. Es información privada”, señala la maestra.
Además de asegurarse de no compartir información sobre sus alumnos con las autoridades de inmigración y de proporcionarles guías y presentaciones para que conozcan sus derechos, los maestros de la comunidad de Los Ángeles donde Carrasco trabaja organizan patrullajes para advertir sobre la presencia de agentes de ICE.
“Hay unos maestros del sindicato UTLA (United Teachers Los Angeles) aquí en la escuela que están organizando un grupo para hacer patrullajes en este área, en esta vecindad antes de la escuela”, explica.
La maestra le dedica aproximadamente dos horas de su día al patrullaje y asegura que su motivación para hacerlo está en traer “tranquilidad” a su comunidad.
“Estamos aquí con ellos en solidaridad. Y ellos merecen el apoyo de todos nosotros que tenemos el privilegio de no tener ese miedo que ellos están ahorita sufriendo”, dice Carrasco.
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Con información de Priscilla Alvarez y Ray Sanchez.